15.12.2020 Victor Ricardo Moreno Holguín

Una tradición cada vez más arraigada en Latinoamérica, -y presente en algunos rincones de la Península Ibérica-, de origen Colombiano, se toma los hogares, las calles, las empresas, los medios de comunicación y todos los espacios sociales y religiosos: La Novena de Navidad. La versión original, compuesta por encargo, hace más de un siglo, en un lenguaje ya inusual, con textos compuestos por un franciscano, ha abierto las puertas a nuevas versiones, más actualizadas con temáticas más acordes a las búsquedas espirituales del sigo XXI.

San Francisco de Asís creó el pesebre navideño, haciendo partícipe a la fauna y a la flora, en una montaña, en nochebuena. Él mismo compuso el ‘Cantico de las Creaturas’, en el que invita a toda la creación a alabar a su Señor, y alaba al Señor por su creación, en la que ve una manifestación de Su amor. Es su cántico ‘Laudato si’.

Nos preparamos al nacimiento silente y profundo de Dios en el alma, mediante la búsqueda del silencio, la meditación, la oración del corazón y la contemplación, como lo ha hecho el coro de místicos a lo largo de la historia. Y al igual que ellos, como san Francisco, hacemos partícipe a toda la Creación en esta Novena Contemplativa de Navidad. La creación misma gime dolores de parto, al igual que nosotros, en este camino contemplativo.

Dice san Pablo: «Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Porque nuestra salvación es en esperanza;» (Rm 8, 19-24 a).

Por esto, desarrollaremos esta novena meditando juntos sobre la creación, como paradigma de espera y esperanza en la venida del Señor. Nos valdremos de las palabras del Papa Francisco en la encíclica Laudato Si’ y la carta post sinodal ‘Querida Amazonía’. Así, la creación misma será nuestro referente, nuestra guía, nuestro apoyo y nuestra compañía, en esta Novena Contemplativa de Navidad en la Creación.

Desde mañana 16 de diciembre, Religión Digital ofrecerá una ‘versión Laudato Si’’ de la novena de preparación al nacimiento del Niño Jesús, como preparación a la experiencia de nacimiento del Verbo, en el corazón de quienes velamos por el Cuidado de la Casa Común.

Video de este artículo: https://youtu.be/4SRN6lxXnkI

¿Cómo se reza la Novena de Navidad?

  1. Se inicia cantado un villancico (los hay muchos en Youtube).
  2. Se reza la ‘Oración para todos los días’.
  3. Se reza la ‘Oración a san José’. (Preferible un padre de familia)
  4. Se reza la ‘Oración a la Virgen María’. (Preferible una madre)
  5. Se lee la Meditación del día. (Publicaremos la de cada día)
  6. Se recitan los ‘Gozos’ (se canta el coro, que tiene distintas versiones).
  7. Se reza la ‘Oración al Niño Jesús’. (Ojalá rezada por un niño).
  8. Se cantan villancicos.
  9. Existe la tradición de compartir un alimento típico (buñuelos y natilla)

Religión Digital publicará las meditaciones de cada día; pero a continuación les entregamos los textos que se repiten todos los días:

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les diste en tu Hijo la prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprendimiento de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. (Se reza un Gloria)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VÍRGEN

Soberana María que por tus grandes virtudes, y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiese por madre suya, te suplico que tu misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh dulcísima madre!, comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardaste tú, para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén. (Se reza un Ave María)

ORACIÓN A SAN JOSÉ

¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan soberano misterio y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, me abraces en fervoroso deseo de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén. (se reza un Padrenuestro)

GOZOS

Coro:

Dulce Jesús mío

mi niño adorado

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!

Versión 1: https://www.youtube.com/watch?v=1-fDUN8_pn4

Versión 2: https://www.youtube.com/watch?v=zXJm3uAvruY

¡Oh sapiencia suma

del Dios Soberano

Que al nivel de un

niño te hayas rebajado!

¡Oh divino infante

ven para enseñarnos

la prudencia que hace

verdaderos sabios!

Dulce Jesús mío…

¡Oh Adonai potente

que, a Moisés hablando,

de Israel al pueblo

diste los mandatos!

¡Ah ! ven prontamente

para rescatarnos.

Y que un niño débil

muestre fuerte brazo!

Dulce Jesús mío…

¡Oh raíz sagrada

de Jesé, que en lo alto

presentas al orbe

tu fragante nardo!

¡Dulcísimo niño

que has sido llamado

Lirio de los Valles

bella flor del Campo!

Dulce Jesús mío…

¡Llave de David

que abre al desterrado

la cerradas puertas

del regio palacio!

¡Sácanos, Oh Niño,

con tu blanca mano,

de la cárcel triste

que labró el pecado!

Dulce Jesús mío…

¡Oh lumbre de Oriente,

Sol de eternos rayos,

que entre las tinieblas

tu esplendor veamos!

¡Niño tan preciado,

dicha del cristiano,

luzca la sonrisa

de tus dulces labios!

Dulce Jesús mío…

¡Espejo sin mancha

Santo de los santos,

sin igual imagen

del Dios soberano!

¡Borra nuestras culpas,

salva al desterrado

y en forma de niño

da al mísero amparo!

Dulce Jesús mío…

¡Rey de las naciones

Emmanuel preclaro,

de Israel anhelo,

pastor del rebaño!

¡Niño que apacientas

con suave cayado,

ya la oveja arisca,

ya el cordero manso!

Dulce Jesús mío…

¡Ábranse los cielos

y llueva de lo alto

bienhechor rocío

como riego santo!

¡Ven hermoso niño,

ven Dios humanado,

luce hermosa estrella,

brota flor del campo!

Dulce Jesús mío…

¡Ven que ya María

previene sus brazos

do su niño vean,

en tiempo cercano!

¡Ven, que ya José,

con anhelo sacro,

se dispone a hacerse

de tu amor sagrario!

Dulce Jesús mío…

¡Del débil auxilio

del doliente amparo,

consuelo del triste,

luz del desterrado!

¡Vida de mi vida,

mi dueño adorado,

mi constante amigo,

mi divino hermano!

Dulce Jesús mío…

¡Veante mis ojos,

de ti enamorados

Bese ya tus plantas,

bese ya tus manos!

Prosternado en tierra

te tiendo los brazos,

y aún más que mis frases

te dice mi llanto!

Dulce Jesús mío…

¡Ven Salvador nuestro

por quien suspiramos,

¡Ven a nuestras almas,

ven no tardes tanto!

Dulce Jesús mío…

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS

Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente:»Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado». Llenos de confianza en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma Verdad, venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de tu infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto (en silencio se presenta una intención en el corazón). Nos entregamos a Ti, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén. (Se reza un Gloria)

Link para villancicos en Youtube: